Las ocho treinta de la noche del 3 de julio de 2011.
Pasando de "pestaña en pestaña" del explorador los últimos reportes de los cuatro frentes con elecciones y los resultados que se anuncian no llaman a ninguna sorpresa, todo con un dejo de normalidad que no sorprende.
El PRI en el Estado de México con una abismal ventaja de 500,000 votos con respecto al PRD; es de notar una baja participación de electores.
El PRI dice que gana en Coahuila, sin que a esta hora se pueda ingresar al PREP del IE de Coahuila.
Gana el priista Roberto Sandoval en Nayarit, dice el PRI.
En Hidalgo el PRI y en coalición aventaja en 40 municipios, PRD y PAN y en coalición en 21, los 13 restantes entre PT, Verde, Convergencia y Nueva Alianza. Pachuca, la capital para PRI con el 48% de los votos y el 72% de avance.
Mañana y en los próximos días y semanas, se comentará el proceso. El panorama no cambió y creo no cambiará el PRI se encamina, sin muchos obstáculos a mantener el sitio de primera fuerza política y el próximo año la presidencia de la república.
¿Tiene sentido para los partidos políticos seguir llevando a cabo procesos de elección con las actuales reglas?: La respuesta es un contundente ¡SI!, desde luego, continuar la simulación de elecciones con las reglas que ellos pusieron, es para ellos, para todos los partidos, la mejor forma de subsistencia, los recursos les seguirán fluyendo en cantidades enormes, el único proyecto de país que se proponen es el que a ellos en particular le incumbe, el resto de la sociedad se puede ir al diablo.
Para los actuales políticos la democracia es lo que se le unta al queso; para ellos los rezagos educativos, los niveles de pobreza extrema de millones de mexicanos, la salud, la desigualdad, la injusticia y todo lo que preocupa al ciudadano común, les tiene sin cuidado; es más, dada su actuación, creo que todos los problemas mencionados, hace mucho que los mandaron al diablo.
¿Tiene sentido para el ciudadano común, seguir participando en los procesos de elección con las actuales reglas?: La respuesta es ¡¡¡NO!!!.
¿Seremos capaces de influir en la vida política de nuestro país, para que las futuras generaciones puedan gozar de un mejor nivel de vida?: La respuesta debe ser ¡¡¡SI!!!